Washington, 19 sep (PL) El presidente estadounidense, Donald Trump, expresó hoy a líderes y residentes de Carolina del Norte que su Gobierno apoyará los esfuerzos de recuperación al ciento por ciento, tras la devastación provocada por el huracán Florence.
Nunca olvidaremos su pérdida. Nunca nos separaremos de ustedes, y para todos los impactados por esta terrible tormenta, la familia estadounidense está con ustedes, expresó el mandatario, quien viajó al estado donde el pasado viernes tocó tierra el organismo ciclónico como un huracán categoría uno.
Trump recibió una sesión informativa en la Estación Aérea del Cuerpo de Infantería de Marina en Cherry Point, donde el gobernador del territorio, el republicano Roy Cooper, se refirió a los estragos causados por Florence.
Inigualable tormenta
Hemos resistido tormentas antes, pero nunca hemos visto una como esta, ha sido épica, desastrosa y generalizada, expresó Cooper, quien pidió al presidente la asistencia del Gobierno federal para reconstruir el estado.
Reportes locales indicaron que, tras ser informado sobre los esfuerzos de recuperación, el jefe de la Casa Blanca ayudó a repartir comida en una iglesia bautista en New Bern, una ciudad donde cientos de personas quedaron atrapadas en espera de rescate ante las repentinas inundaciones.
La caravana de Trump condujo a través de un vecindario dañado por la tormenta donde montones de cojines de sofá, colchones y árboles caídos se alineaban en las calles y los botes yacían de costado, describió la agencia Associated Press.
Ese y otros medios consideraron que las sombrías secuelas de la tormenta representan un desafío «para un presidente que a veces ha tenido dificultades para mostrar empatía en momentos de tragedia nacional».
Florence provocó unas 35 muertes a su paso por el este de Estados Unidos, incluso después de degradarse a tormenta y luego a depresión tropical; dejó a casi un millón de personas sin electricidad en Carolina del Norte y del Sur; y causó grandes daños a la infraestructura.
El azote del organismo ciclónico ocurrió cuando el presidente estaba envuelto en una polémica sobre la asistencia dada por su administración a Puerto Rico tras el paso del huracán María el pasado año.
Mientras el país se preparaba para el impacto del Florence, el mandatario consideró falso que María provocó tres mil decesos en la isla, cifra revelada por una investigación de la Universidad George Washington y reconocida por el gobierno local.
Trump negó que ese número fuera real y llegó a culpar a los demócratas de haberlo inventado para hacerlo quedar mal, lo cual provocó nuevas críticas en su contra.